Yoga y eutonía para la mujer embarazada
El yoga me ha acompañado durante gran parte de mi vida. En 1987, decidí dedicarme a mi pasión y comencé el Curso Superior de Yoga en la Escuela de Estudios Orientales de USAL. Años después, esperando a mi hijo, conocí y empecé a practicar la eutonía. A partir de esta experiencia, decidí formarme como eutonista, en la Asociación Argentina Latinoamericana de Eutonía. Desde 1999 doy clases de a embarazadas. Me siento privilegiada de haber podido acompañar a tantas mujeres con sus bebés y de continuar haciéndolo.
Este camino ha sido riquísimo en experiencias y aprendizajes que se han consolidado en una propuesta personal basada en el yoga y la eutonía, cuyo propósito es ayudar a la mujer a transitar esta etapa con plena consciencia de sí misma, en contacto con su cuerpo, emociones y pensamientos. Más allá de los aspectos teóricos, esta visión propone un tiempo de exploración e investigación que lleva a la embarazada por el camino del respeto a sí misma, que parte y se expresa en la maravilla que se produce en ella.
En el proceso que se inicia en las clases, los integrantes aprenden a reconocer qué hacer para restablecer su equilibrio y armonía. Las propuestas incluyen trabajos individuales y en parejas.Comprueban que pueden aliviar las tensiones y molestias propias de esta etapa. Para cada uno la misma propuesta tendrá un efecto único y personal, que dependerá de su historia, y del estado de ese día en especial.
Las actividades tiene al contacto como eje de los encuentros, el contacto consigo misma, con su pareja y de ambos con su bebe, promover la confianza y seguridad en sí mismas, el cuidado de su cuerpo, prepararse para el parto, la lactancia.
La absoluta importancia del sostén emocional de la mujer gestante hace de la inclusión de la pareja un aspecto diferencial con otras propuestas que presuponen la pasividad de la mujer.
En la práctica algunos de los beneficios que se logran, son
– Propiciar que la embarazada distinga el grado de tensión en general y de su útero en particular, para reconocer las actividades que le resultaron beneficiosas para restablecer su modalidad armónica.
– El fortalecimiento del respeto y autocuidado de la mujer consigo misma, del vínculos entre los integrantes de la pareja.
– El establecimiento de una comunicación viva con el bebé en gestación.
Una vez por mes, realizo un taller intensivo (4 hs. de duración) de pujo y nacimiento eutónico para mujeres/parejas que transitan la última etapa de la gestación. El conocimiento experiencial de la pelvis, del espacio y del canal por donde nacerá el bebé. Organización del pujo, su direccionalidad, y la respiración consciente.
Una experiencia de profundo contacto corporal que brinda seguridad y confianza. De esta forma, la mujer se empodera al reconocer su cuerpo como un territorio propio – y también compartido. De allí se desprende lo que entiendo por respeto: respetar el proceso de cada uno y sus decisiones, actuando siempre como guía y acompañante en la experiencia que se propone.